Desde hace mucho mi hermano me decía que viera la seria del Dr. House. Aunque a veces la empezaba a ver, luego me ganaba el sueño y no la terminaba. Pero desde hace 2 semanas atrás, ahora que veo las series completas, me he hecho adicto a esta. Es una seria muy buena, no solo por la alta lógica que maneja el Dr. House, si no por todo el ambiente que se desarrolla, ya que la mayoria de los casos son problemas reales en situaciones ficticias obviamente.
«SOLO SU LENGUA ES MAS FILOSA QUE EL BISTURÍ»
Pueden leer mas sobre esta seria dando clic aquí.
Si la ven, me cuentan qué les parece.
No lo recuerdo, lo que pasa es que yo estaba muy chiquito cuando esa serie pasaba.
Pero veo que tu ya la mirabas, verdad…?
:-)
La primera vez que lo vi me acorde del doctor house que salia en una serie hace años, un chiquillo que era un genio, recuerdas? a lo mejor es el mismo pero ya viejo y amargado……jejeje
Keren, yo creo que no sea muy en el fondo lo bueno que tenga, con relación a franqueza y discernidor, mas bien, eso es parte relevante de él, ya que lo expresa con mucha frecuencia, no crees…?
Sería bueno que los doctores fueran como el Dr. House… jejejeje.
Saludos y gracias por visitar y opinar en mi blog.
:-)
A mi también me ha gusta mucho esa serie, aunq House es sarcastico, insensible y amargado, pero muy en el fondo tiene cosas buenas como franqueza y ser discernidor.
La manera de detectar enfermedades y su tratamiento es muy interesante. En universal channel pasa 3 veces a la semana.
Leyendo el universal, encontré esta nota:
Dr. House sí existió
En House conocimos a este malhumorado y cínico doctor de la ficción, pero la realidad es que el personaje que interpreta Hugh Laurie está basado en un hombre que existió hace dos siglos.
La irritante personalidad del Dr. Gregory House está basada en la del doctor Joseph Bell House, a quien el escritor de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle, conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina.
Bell era un doctor y profesor universitario en el Edimburgh Infirmary de la Universidad de Edimburgo, cuyo método analítico influyó en Arthur Conan Doyle, a la hora de modelar su famoso personaje de Sherlock Holmes.
Bell estudiaba con precisión aspectos como el modo de caminar, el acento, las manos y la indumentaria de una persona y con esta información podía llegar a determinar muchas cosas.